Por Juan Tomás Valenzuela
Con 200 mil vacunas
puestas en solo dos días,
demuestran que era anarquía,
más que estupidez y hambruna.
El deseo de la comuna
de siempre llevar contrarias,
hizo que estas “luminarias”
de la ciencia coloquial,
se nieguen a vacunar
con las excusas más varias.
Primero fue lo del chip
y la marca de la bestia,
y muchas otras molestias
de los siervos de David.
Inclusive, un vídeoclip
que Franklin, grabó en la plaza,
muestra una nutrida masa
de pastores protestantes,
que dieron un paso alante,
pues saben más que la NASA.
Los más raros argumentos
que se han expuesto hasta ahora,
los resumía Huchi Lora
en uno de sus segmentos.
No se sabe cuántos cuentos
se ha inventado la ignorancia,
pues ya no les queda instancia
para exponer su derecho,
de alimentar con afrecho
esos vacíos de sustancia.
Pero ya están motivados,
(al menos es lo que parece)
esa manada de reses
que profesan lo ignorado.
La decisión del Estado
de aislar a los menos cultos,
ha generado que un bulto
de gente de la comuna,
salga tras de la vacuna,
aún sea profiriendo insultos.
Juan de los Palotes
21 octubre 2021